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¿Cuáles son los tipos de caza más populares en España?

Las especies y los ecosistemas españoles tienen una riqueza asombrosa, convirtiendo a su práctica cinegética en una de las más demandadas del continente europeo. Su historia, tradición y la variedad de su fauna son factores que dan origen a las distintas modalidades de caza existentes.

La clasificación principal se divide entre la caza menor y la caza mayor, en otras palabras, según el tamaño del animal a cazar. Mientras que en la caza menor se incluyen al conejo, la perdiz roja, o al faisán; en la caza mayor se lo hace al corzo, el jabalí o la cabra hispánica.

Pero si se refiere a la clasificación por técnica y procedimientos, indiscutiblemente algunas modalidades predominan sobre otras. Estos son algunos de los tipos más populares, y los motivos de ello.

Montería

La montería no sólo es una de las modalidades más practicadas en España, sino la más antigua de la caza mayor. A pesar de ser practicada en toda España, es en Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha donde están sus raícese.

Sus técnicas ideales para el monte mediterráneo están precisamente diseñadas para la caza de del ciervo y el jabalí. También lo hacen de gamos, muflones y zorros. En una montería los cazadores forman grupos de 10 a 20 miembros y delimitarán una zona para cazar. Esta suele tener entre las 250 a las 600 hectáreas, denominadas como la “mancha”. Dependiendo de la extensión del territorio, se colocan puestos o posturas para marcar el perímetro y para que los cazadores se ubiquen.

Con las delimitaciones y los equipos conformados, se da la suelta de las rehalas que al estar dirigidas por sus perreros batirán por los terrenos. Esto en múltiples direcciones en la búsqueda del objetivo. Los perros son un elemento clave en la montería.

La montería depende mucho de las condiciones climáticas, de la tranquilidad en el puesto, y de la concentración de los cazadores. Los ruidos y la mala puntería pueden ser los peores errores en esta.

Batida

La batida es muy similar a la montería, un tipo de cacería necesaria de mencionar por su popularidad. Sus diferencias con la montería recaen en que, por ejemplo, para una batida el uso de los perros es opcional. En una con ellos o sin ellos, se suele batir en una sola dirección.

Además, el terreno a batir es de menor tamaño, y se usan menos escopetas. Se suele usar para la caza del jabalí y el ciervo, así como gamos, muflones, rebecos, corzos y lobos.

Esta modalidad de caza mayor se organiza por cuadrillas en dos grupos. Uno, conformado por los monteros que podrían ser o no auxiliados por perros, estos acosan a los animales para que salgan de sus refugios. Mientras que el segundo grupo, conformado por los cazadores, se sitúan de manera estratégica para disparar.

Gancho

El gancho es por igual una modalidad de cacería colectiva similar a la montería, en donde se tiene una limitación con el número de cazadores y perros. En este caso, no pueden participar más de 15 cazadores y no más de 4 perros. Aunque incluso se podría prescindir de estos últimos.

En el gancho se coloca una sola línea que se encarga de cerrar las posibilidades de escape de los animales a cazar. En este sentido, la organización de los puestos de caza se asemeja más a la batida que a la montería.

En el gancho se aprecia la paciencia del cazador porque podría esperar horas o días en sus puestos de caza. Suelen usarse también rifles de alta precisión, y las presas más comunes en España son nuevamente los jabalíes, corzos y ciervos.

Rececho

El rececho trata de uno de los tipos de caza más gratificantes para los cazadores dada a la libertad y emoción que ofrece. En esta, el cazador tendrá que acechar a su presa de forma sigilosa hasta poder encontrar la distancia ideal para disparar con éxito.

Esta es una modalidad selectiva, es decir, se puede seleccionar el animal a cazar y el tiempo para observarlo. Es posible buscar un animal en específico para ello o simplemente cazar al que se tenga la oportunidad. El corzo es el animal predilecto para esta en España, aunque también se pueden cazar jabalís, gamos, ciervos, entre otros.

Es importante destacar que el rececho exige una buena condición física y conocimiento del territorio donde se practicará. Por eso, en el rececho está un único cazador y un guarda encargado de supervisar la cacería, ayudar a transportar al animal y guiar al cazador con sus conocimientos del sitio. De la misma forma, se requiere del equipamiento adecuado, como prismáticos o rifles con mira telescópica, los disparos suelen darse a grandes distancias.

Espera

La espera o aguardo es una modalidad selectiva en la que se toma una actitud mucho más pasiva si se le compara con el rececho. En esta, un cazador tendrá un puesto fijo durante la noche, dicho puesto suele ser en zonas de paso o sitios predilectos del animal de interés. Después se esperará pacientemente al aproximamiento del animal.

Básicamente, el cazador espera a que el animal acuda de modo espontáneo a dónde este está. Así que, el cazador debe tener una gran paciencia para practicar esta modalidad. Incluso, pudiese darse el caso de que la noche pase, y no cazar nada.

La mayor especie cazada con esta modalidad es el jabalí. Del cual se esperará hasta que decida abandonar su madriguera por la noche, algunas veces en la luna llena o el cuarto creciente. Se necesita tener conocimientos sobre la especie en la que se guarde interés.

En mano

En mano es una de las modalidades más populares en el país para la caza menor. Para practicarla se necesita de buena organización y seguir las indicaciones de los guías con precisión. Ella consiste en cazar en conjunto con varios cazadores abiertos en ala, con una distancia establecida y la asistencia de perros. El campo se batirá de esta manera.

En cada mano la partida estará compuesta de 2 a 6 cazadores, que se colocarán en línea a una distancia de aproximadamente 50 metros. La distancia sirve para que haya huecos suficientes para el tiro, y el animal no pueda escapar entre los espacios dejados por los cazadores.

Suele ser practicada en una ladera o colina para que así el cazador que va más arriba esté adelantado. Esto es de gran ayuda cuando se cazan perdices, porque ellas se irán levantando y planeando de arriba a abajo. También es por eso que se requiere de una buena condición física, paciencia y una excelente organización como grupo.

Ojeo

El ojeo se usa para la caza menor y está relacionada con la caza de la perdiz roja. Esta se desarrolla sobre un terreno delimitado en el cual se colocan puestos o pantallas de forma semicircular.

Después los ojeadores se posicionan en dirección opuesta a las pantallas para avanzar mientras hacen ruidos. Estos tendrán como objetivo que las perdices se levanten hacia los cazadores. El disparo en el ojeo tiene su propia complejidad debido a que en esta las presas irán hacia el cazador.

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