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Recomendaciones básicas para la caza de perdices

La perdiz roja es sin lugar a dudas la reina de la caza menor, una especie distribuida por toda la Península, cuya cacería se ha convertido en la garantía de una buena jornada al aire libre. Esta ave galliforme y de morfología rechoncha podría engañar a algunos haciendo parecer que su caza es simple, cuando en realidad es lo contrario, es de las aves más desafiantes.

Esta es considerada como una pieza escurridiza, y aunque su número había sido abundante hasta el siglo XX, en ciertas regiones ha ido disminuyendo. Ya sea solo o en compañía, la caza de la perdiz roja es una actividad emocionante para practicar de octubre a marzo, en especial desde el mes de enero. Y estas son algunas recomendaciones básicas para ella.

Estudia el comportamiento de la perdiz

Conocer los hábitos y comportamientos de la perdiz roja es una de las sugerencias más importantes a tener en consideración. Esta ave en España es sumamente popular, no por la facilidad que representa su caza, sino porque implica dedicación y es un desafío.

Por ejemplo, debe saberse que esta ave suele protegerse en zonas abiertas como pastizales, matorrales y zanjas. También que esta vive en grupos grandes, hasta de 25 perdices pueden estar conformados sus bandos.

Lo ideal es cazar perdices en días soleados, justo cuando están reposando en sus dormideros en zonas de labranza o en el monte adentro. Tienen preferencia por aquellos terrenos de cereales o leguminosas. Aun así, sus costumbres varían según el clima o su ciclo reproductivo. Una muestra de lo último, es que los reclamos acústicos no funcionan al pasar la etapa de su celo.

Considera el tipo de coto en el que cazarás

El cazador tendrá que identificar dónde está el bando en primer lugar, porque de no hacerlo la jornada podría malgastar mucho de su tiempo en ello. Mientras más pronto se haga, será mejor para aprovechar la plenitud física del cazador en la calidad del disparo.

Pero para esto, también podría influir el tipo de coto en el que se está realizando la caza. No saber adaptarse a las características de un terreno en particular, podría hacer perder tiempo nuevamente.

Entonces, si se va a cazar en un terreno agrícola colindante o en sierras con alzada, la jornada no puede comenzarse muy temprano. Lo mejor es esperar que los bandos vayan descendiendo a las zonas bajas para buscar comida. Si la jornada se inicia muy temprano con estas condiciones, el cazador podría estar horas sin resultado. En cambio, iniciar la jornada muy tarde podría dificultar controlar a las perdices.

Mantén tu atención en un grupo reducido de perdices

Es importante enfocarse en un número controlable de perdices, no querer acabar con todas las que haya en el coto. Establecer como meta cazar a todas las perdices cercanas, en lugar de tener como meta cazar efectivamente a una menor cantidad, es un error.

Si las majadas abundan en el monte, podría la búsqueda iniciar más temprano en estos lugares, debido a que las perdices hacen vida a su alrededor. Mientras más grande sea el coto, más atención debes invertir en abordarlo y saber cómo dirigir a las aves.

Estas no se dejan guiar con docilidad, así que, improvisar será algunas veces la única solución.

Tu estrategia debe adaptarse al comportamiento de la especie

Las estrategias para la caza de la perdiz roja varían dependiendo de su comportamiento. Por ejemplo, si el manojo aterriza en la ladera de la sierra, el ave caerá en cuesta y comúnmente subirá apeonado. La perdiz extenderá sus alas para desplazarse hacia abajo y volará. Por eso, tiene que evitarse asomarse desde arriba por dos motivos: uno, al dejarse caer ganará unos metros de distancia críticos para disparar; dos, podrían salirse del cazadero.

Por igual, es diferente cazar en grupo que en solitario. Cuando se lo hace en solitario, lo mejor es dar varias pasadas a la ladera, iniciando por los bajos, así como haciendo un zigzag para cubrir más terreno.

La mayoría de las perdices posadas van a huir al ver a un cazador debajo de ellas, sin embargo, no volarán despavoridamente hacia lo alto, todavía será rastreables para más tarde. Una perdiz atosigada parará al dejar de ver al cazador, por ello, un terreno bajo o con desniveles ayudará a este a acercarse.

Por el contrario, al cazar en grupo, entre compañeros de pelotón pueden ayudarse cuando el cansancio físico les juegue en contra a algunos. Asimismo, es una ventaja en estos casos escuchar los consejos de los cazadores más experimentados y aprender de estos. Seguir las indicaciones del jefe de grupo, aquel con más conocimiento del coto y experiencia con la perdiz roja, guiará con más facilidad la caza.

Adelanta el tiro cuando sea necesario

La rapidez al cazar perdices es obligatoria, esto porque estas aves son veloces y explosivas en su vuelo. En otras palabras, son buenas para escaparse. Un cazador capaz de un buen swing y adelantar su tiro, estará en ventaja. En general, se debe maniobrar el arma con rapidez y tener la técnica parar adaptarse a la trayectoria de la perdiz. Es más que avanzar la mirilla en este caso.

Si la perdiz se eleva frente al cazador, este podría dar un tiro limpio sin necesidad de adelanto o cubrir la pieza de los cañones parcialmente.

Aunque también podría pasar que el ave emprenda un vuelo cruzado, pase velozmente de izquierda a derecha o, al contrario. Cuando ocurre esto, el adelantado del tiro sería más acusado, logrando que la dificultad del tiro sea medida como valiosa o no para el cazador.

Encontrarás en el pointer inglés o setter un compañero perfecto

Es una excelente idea tener el apoyo de un compañero canino, siendo el pointer inglés o setter dos de las razas perdigueras más adecuadas para la caza de perdices. El instinto cazador innato de estos perros es asombroso y la comunidad de cazadores coincide con ello.

Estos son particularmente buenos para la caza menor porque tienen varias características que los hacen destacar. Está su avance silencioso o su olfato fino, al igual que está su agilidad en el cobro. Estas son apenas sus habilidades naturales, pero con un adiestramiento correcto, ellas podrán mejorar aún más.

Ir de caza de perdices con un pointer inglés o un setter incrementará la calidad y el número de los lances, lo cual es fundamental en la modalidad de caza al salto. También hay otras razas que son buenas para este propósito como el springer spaniel y el braco alemán.

Usa al reclamo en tu estrategia de caza

El “aguileo” es un sonido particular que emiten las perdices al inicio y fin del día. Este mismo sonido puede ser recreado o con un reclamo acústico o con una perdiz viva para atraer a más ejemplares. Si se emplea esta alternativa al ojeo, el cazador tendrá que esconderse en puestos estratégicos y dejar que las perdices se acerquen buscando al aguileo.

Es recomendable cuidar la selección del perdigón y el habitáculo donde estará cautiva la perdiz al cazar con reclamo. Cuando la jaula es obvia, las perdices que han sido atraídas en un inicio, huirán antes de que puedas disparar.

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