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Especies de caza: El rebeco

El rebeco es un animal de gran habilidad y destreza para moverse entre barrancos y peñascos. También es una de las especies consideradas como un verdadero desafío para los cazadores gracias a su inteligencia, recelo y excelente condición física. La misma buena condición física que se espera de los cazadores que quieran vencerlos en las zonas montañosas.

Identificación

El rebeco es reconocido como un bóvido de tamaño pequeño y muy esbelto. Su cuerpo tiene un color casi uniforme, a excepción de la línea longitudinal de un color más intenso en su dorso. Otras variantes de color notorias son la mancha oscura que está alrededor de sus ojos, tal cual como si fuese un antifaz, y que su cabeza y garganta sean más claras que el resto del cuerpo.

Machos y hembras poseen cuernos con forma de gancho. En los machos, los cuernos son más gruesos y su gancho tiene un apical más cerrado.

Los machos son más pesados que las hembras, los primeros pueden pesar entre los 30 y 55 kg. Mientras que las hembras entre los 23 y 40 kg. Su tamaño es similar al de una cabra pudiendo medir de altura entre 65 a 83 cm y en longitud 100 a 130 cm. Aun así, su tamaño está influenciado tanto por la densidad como por el empobrecimiento de su hábitat.

Distribución y hábitat

El rebeco habita en la mayoría de las cadenadas montañosas distribuida por Europa, aunque también vive en lugares como Nueva Zelanda. Hay dos núcleos poblacionales en la Península Ibérica que corresponden a su vez a dos subespecies, estas son la cantábrica y pirenaica.

De este animal se conocen en la actualidad diez subespecies que varían en características físicas dependiendo de las zonas montañosas en donde vivan. Es un animal típico del piso subalpino, que, por la desforestación de las montañas, ha perdido territorio.

Acostumbra a movilizarse por el límite superior del bosque y los pastos supraforestales. Al llegar el verano, suben a las máximas altitudes, lo más lejos posible de la presencia humana. Para invierno, permanecen es los límites superiores del bosque. Sus zonas preferidas son las pendientes rocosas, esas donde la nieve poco se acumula.

Alimentación

Este animal es herbívoro, por lo que come una gran variedad de vegetación como pastos, brotes, hierbas, hojas, cortezas y musgos. Su alimentación varía dependiendo de la temporada del año.

En verano, prefiere alimentarse de pastos y hierbas que nacen en las tierras altas. Pero en invierno, lo hacen de cortezas, coníferas y agujas de los árboles. Aunque sean animales diurnos, pueden buscar comida en las noches de luna llena.

Reproducción

El periodo de gestación de las hembras es de cinco meses, y paren alrededor de los meses de mayo y junio. Es común que apenas nazca un solo cabrito, y que las hembras puedan parir desde sus tres años de vida. Ellas seguirán siendo fértiles hasta por 18 años.

En aquellas poblaciones que son poco densas, se han visto casos en los que el periodo de fertilidad de la hembra se adelanta. Además de la densidad poblacional, las variaciones climáticas interanuales influyen en esto.

Comportamiento

Son animales que viven en grupo, pero el tamaño de estos dependerá una vez más de la densidad de su población, las condiciones ambientales y la disponibilidad del alimento.

Madres y crías comparten un vínculo muy estrecho durante sus primeros dos años de vida. Después, los machos suelen estar separados de las hembras, a excepción del mes de noviembre, que es cuando entran en el período de celo.

Para el resto del año, los machos acostumbran a ser solitarios o convivir en grupos de solo machos, o mixtos. Durante el tiempo de celo, los machos dominantes pueden ser territoriales, defendiendo de otros machos los harenes con varias hembras que han creado.

No tienen grandes depredadores en los Pirineos, siendo sus únicos depredadores, animales como el águila real o escasamente el zorro. En otros sitios donde estos abundan, sus depredadores son animales como el lince boreal, el lobo o el oso pardo.

Medidas de gestión cinegética

Se estima que la población global del rebeco pirenaico asciende a los 50.000 ejemplares, y a 15.000 la del rebeco cantábrico. El rebeco es una especie cinegética en España.

No obstante, en Navarra el rebeco pirenaico está clasificado como una especie “vulnerable”, por la baja cantidad de ejemplares. Un nivel de caza regulada y razonable, es adecuada para asegurar su conservación.

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