Practicar la caza de una forma ética implica dar una muerte rápida y limpia a los animales. Por eso, saber dónde disparar a un ciervo, es un tema muy importante para hacer de tu próxima jornada de caza una más gratificante y profesional.
Cuando disparas estás viviendo un momento crítico, ese donde dependiendo de las decisiones que hayas tomado, podrás evitar el sufrimiento innecesario del ciervo o extender su agonía. Además, si disparas acertadamente evitarás dañar su carne y podrás llevar a casa la mayor cantidad de esta en buen estado.
Un cazador sabio conoce a la perfección que debe evitar disparos precipitados, en cambio sólo disparará su arma cuando la oportunidad ideal se presente. Estas son algunas recomendaciones e información de utilidad para aprender más de ello.
La anatomía del ciervo y sus puntos débiles
Para dar una muerte rápida a un ciervo deberás apuntar a sus órganos vitales. Disparar en su corazón, hígado o pulmones apagarán su vida en poco tiempo y facilitarán mucho tu trabajo.
Pero para saber dónde están ubicados estos órganos en el animal, tienes que comprender cómo es la anatomía del ciervo, y saber cuáles serán las reacciones que tendrá al disparar en cada uno.
Corazón
Podrás localizar el corazón de un ciervo encima y ligeramente detrás del hombro. Puede que este sea un objetivo pequeño, pero es mortal y certero. Si logras disparar en su corazón, estarás provocando que su corazón pierda sangre con una rapidez asombrosa.
Pulmones
Pero si deseas apuntar a órganos de mayor tamaño, los pulmones podrían ser una opción un poco más simple de seleccionar. Podrás conseguir sus pulmones en la parte delantera y central de su pecho. Son objetivos mucho más simples de alcanzar, y al disparar a ellos provocarás que el animal muera con rapidez por asfixia.
Hígado
En cambio, a su hígado lo podrás localizar en su cavidad abdominal, justo debajo del diafragma. Si disparas al ciervo en su hígado, podrá correr mucho, aunque al final podrás rastrearlo con la paciencia necesaria. Puede que no sea tan efectiva como las anteriores dos opciones si quieres ahorrarte esto.
En general, hay más posibilidades de que des un disparo ético y exitoso, si apuntas detrás de su hombro delantero. Porque allí podrás darle o al corazón o a los pulmones.
Mejores ángulos de disparo
Debes enfocarte en disparar acertadamente, sólo así podrás hacer de tu jornada una más productiva. Estas son algunas buenas opciones de los ángulos a los que apuntar en el ciervo para este propósito:
De costado
Visualizar a los ciervos de costado y el tiro de costado es de hecho, el ángulo perfecto. Debido a que, desde su costado, podrás tener un mejor a acceso a más de sus órganos vitales. Si eres capaz de dar un disparo limpio y certero, evitarás impactar tanto en músculos de mayor tamaño como en sus huesos.
Al disparar ya sea en su corazón o en sus pulmones, podrás conservar al trofeo en un mejor estado y dar un final ético al ejemplar.
De espalda
Sin embargo, en algunas oportunidades tendrás más oportunidades de disparar a su espalda, la cual tampoco es una mala opción o ángulo. Si tu ciervo está de espaldas, al disparar podrás lograr que la bala atraviese su caja torácica y así pueda penetrar órganos vitales, para después salir por la zona delantera de su hombro.
Con ello, podrás de igual manera darle o al corazón o a los pulmones, y así provocar una muerte rápida.
No dispares a la tripa
Así como es recomendable disparar en ciertos ángulos, en otros no lo es para nada. Uno de ellos es que apuntes al área abdominal del ciervo, esa donde está su estómago e intestino. Si llegas a disparar a esta convertirás la experiencia de caza en una pesadilla. No sólo para el animal, sino para ti mismo.
Los disparos a la tripa generan una muerte muy lenta y dolorosa para el ciervo. También, considera que un ciervo podrá salir corriendo después de que le dispares allí, y la sangre puede que permanezca en la cavidad por muchos metros durante su huida. Es decir, será difícil para ti rastrearlo, y su muerte se alargará más de lo necesario. Para evitar esto, no dispares muy atrás de su cuerpo.
Otros factores que considerar al momento de disparar
En la teoría todo parece mucho más fácil de lo que es en la práctica, así que, no sólo necesitas considerar los órganos vitales y los ángulos, sino también ciertos factores que podrían afectar a tu disparo. Entre ellos están:
- La distancia: Mientras más lejos estás, más difícil será el disparo. Los tiros largos son complicados de dar porque la bala irá cayendo en una distancia larga. Si decides disparar de todas formas, tendrás que considerar esa caída al momento de apuntar.
- El viento: Por igual, el viento afectará a las balas. El viento puede desviarla del curso. Entonces, tendrás que considerar la dirección y la velocidad de éste antes de disparar.
- El ciervo en sí: No esperes que un ciervo se mantenga quieto por mucho tiempo, porque no lo hará. Ellos cuando sienten la presencia del cazador, buscarán resguardarse.
- Balas o flechas: Puedes usar flechas también para cazar ciervos, y la mayoría de la información dada funciona de la misma manera. Sin embargo, considera las posibilidades de cada arma. Si usas un arco debes ser más preciso con tu puntería, porque las flechas no tienen el mismo nivel de fuerza que las balas. Un pequeño error de cálculo, podrá hacer que tu flecha no penetre lo suficiente.
Recomendaciones finales
Para mejorar tu técnica la única solución que hay es practicar más tu puntería y el manejo de tu arma. Al practicar podrás perfeccionar tu precisión. Aunque, es común que un cazador no tenga la oportunidad de ir de caza tan a menudo como desea, considerando ello, los campos de tiro son buenas oportunidades para que practiques con tu arma.
Una herramienta que podría serte de gran ayuda son las dianas 3D para ciervos, porque podrás simular con ellas la experiencia de caza y practicar los ángulos recomendados para disparar. Las distancias o las condiciones meteorológicas variables, serán otros factores con los que podrás entrenar en estos campos de tiro.
Apartando la práctica, la paciencia es uno de los elementos más importantes para saber cómo disparar correctamente. Un cazador debe ser tan certero como paciente, deducir cuáles son los tiempos perfectos y no dejarse gobernar por los impulsos. Tampoco por opciones simples como disparar a la cabeza del ciervo, y con ello dañar la pieza.