El jabalí tiene un gran valor para los cazadores por su inteligencia y fuerza. Cualquier fanático de la actividad cinegética conocerá el reto que representa cazar uno, no puedes simplemente improvisar el cobro de este tipo de piezas por su complejidad.
Es importante prepararse y conocer más a fondo sobre los jabalís. Y uno de esos conocimientos necesarios, es la edad más conveniente para cazarlos. ¿Cuál es la edad más propicia para esto? La naturaleza desafiante de este pariente del cerdo complica responder esta pregunta.
Decidir a qué edad es más conveniente cazar un jabalí no es tan fácil como parece. Por eso, profundizaremos un poco más en este tema a continuación.
¿Cuál es la edad perfecta para cazar un jabalí?
Para saber cuál es la mejor edad para cazar un jabalí es indispensable aprender más sobre su proceso de maduración. Un jabalí es capaz de alcanzar su madurez sexual entre los 8 y 10 meses de edad. Es en esta edad en donde estos animales podrán reproducirse, así como cuidar de sus primeras crías.
Sabiendo esto, es seguro decir que la edad óptima para cazar uno sería entre los 18 y 24 meses de edad. Ello porque alrededor de los 3 años de edad, un jabalí ya ha podido desarrollar su cuerpo, y probablemente será un rival en su mejor condición física.
En esta edad, el jabalí se destaca por ser una presa muy desafiante, demostrando todo su poderío y agilidad para moverse en la naturaleza. La experiencia de caza será una excelente, por todas estas características, en definitiva.
¿Cuáles otras características debo considerar para seleccionar un jabalí?
Si bien ya conoces cuál es la edad ideal para cazar jabalíes, no siempre la edad es un factor determinante. Algunas veces existen otros que debes analizar, son esos los que terminarán asegurando además de su edad, que es una opción ese jabalí que has detectado para cazar:
El tamaño
Un jabalí macho suele pesar entre los 80 kg y los 110 kg. En cambio, las hembras pesan aproximadamente 60 kg. La diferencia notoria entre sus tamaños es un buen determinante para la selección. También lo son los colmillos, que en los machos son más prominentes.
Los colmillos
La longitud de los colmillos puede ser por igual un indicativo interesante a considerar. Podrás identificar a un jabalí maduro si este tiene colmillos que midan hasta 6 pulgadas o 15 cm, incluso más. Recuerda que los colmillos del jabalí funcionan como armas que servirán para defenderse.
La condición física
Otra forma de determinar qué tan buen trofeo será un jabalí, es su condición física. Un jabalí que tenga músculos bien definidos o un pelaje lustroso, será más codiciado que otros. Mientras más sano esté un jabalí con más ferocidad se defenderá.
El impacto de la caza
La presión de la caza está en la capacidad de impactar la demografía y el comportamiento en los jabalís de una determinada zona. Dependiendo de cuántos de estos sean cazados, alterará su modo de actuar.
Si la presión de la caza llega a elevarse en una zona, ellos se volverán más esquivos y cuidadosos, algo que dificultará como es evidente a la tarea de los cazadores. Los jabalíes mayores han aprendido a evadir a los cazadores, y representan un nivel de desafío más elevado que ejemplares más jóvenes en este aspecto.
La ética del cazador
Un cazador también debe guiarse por su ética, y no dejarse cegar por la emoción de la caza. En otras palabras, un cazador debe respetar tanto las regulaciones locales como las leyes impuestas en las zonas donde practicará la actividad cinegética.
Todo aquel cazador responsable sabrá priorizar a las prácticas sostenibles, promoverá la conservación de la vida silvestre y respetará los límites de captura.
Más datos interesantes sobre el jabalí
El jabalí es realmente un animal extraordinario. Uno que se destaca por además de su inteligencia, por su olfato y su oído. Ellos están en la capacidad de detectar e identificar olores que estén a más de 100 metros de distancia, lo cual les permite al mismo tiempo disfrutar de una memoria significativa.
Es su memoria o capacidad de retención, la que influye de manera tan notable en sus movimientos. Es por ella que los jabalíes tienden a seguir patrones esenciales. Incluso, ellos son capaces de recodar esos sitios dónde han sufrido inconvenientes para no volver a acercarse y poner su vida en peligro.
Un jabalí puede acordarse de cómo detectó a un humano en cierta zona, o cómo detectó barreras de accesibilidad en otra, y con este conocimiento, no se acercarán a esos sitios para resguardarse.
La capacidad de adaptación del jabalí
Estos mamíferos saben cómo adaptarse y cómo repetir esos comportamientos que los han salvado en más de una oportunidad. Si uno de ellos descubre un sendero que sea seguro para el mismo, volverá a recorrerlo. Un sendero seguro para este es cuando no se encuentra con peligros, y cuando consigue la suficiente agua y comida para sobrevivir.
Como cazador debes valorar esto para calcular tus movimientos. No debes subestimar la inteligencia de los jabalíes, pero tampoco olvidar que un jabalí es un animal de costumbres. Si dedicas el tiempo suficiente a vigilarlos con los métodos que consideres más productivos, podrás predecir cuáles serán sus próximos movimientos al hallar sus zonas de paso y sus hábitos.
Aparte de ser un animal de costumbres, el jabalí sigue ciertas dinámicas familiares que son interesantes de analizar. Por ejemplo, un jabalí adulto solitario al estar en celo es común que se una a una piara, y así poder aparearse. El celo ocurre entre los meses de noviembre y diciembre.
Los horarios del jabalí
También, los jabalíes suelen ser más activos en la noche, es en estas donde se moverán, mientras que escogerán el día para dormir. Un jabalí no se alejará mucho de su cama para la búsqueda de bebida o comida. Se estima que pueden recorrer de 2 km a 14 km entre el atardecer y la madrugada. Los cazadores usan las marcas que estos animales dejan en sus recorridos, para rastrearlos.
Así cómo terminan comprendiendo gracias a la experiencia, que el jabalí cambia su comportamiento dependiendo de su entorno. El ejemplo perfecto de esto fue cuando se adaptaron a la pandemia y se acercaron más a las zonas pobladas. Aumentando con ello, los accidentes de tráfico.
En conclusión, un buen cazador sabrá adaptarse tan rápido como lo hace un jabalí a su entorno.