La caza como deporte es exigente con sus aficionados, los cuales deben tener una buena condición física para seguir su ritmo. Perseguir a las presas, usar armas de fuego o escalar montañas, todas son acciones que serán más fáciles si se tiene la preparación necesaria para ello.
Aun así, para algunos cazadores mantener una buena condición física es particularmente complicado fuera de la temporada de caza. Lo más importante es no perder la preparación y práctica en estos meses del año, y estas son algunas recomendaciones para este propósito.
1. Crea un plan de entrenamiento personalizado
La constancia y el compromiso serán tus mayores aliados en estos tiempos. Por eso, necesitas crear un plan de entrenamiento que se ajuste a tus necesidades, y que te comprometas por cumplir. Hazlo a tu medida, una rutina de entrenamiento que te guste y que puedas mantener a largo plazo.
También puedes añadir extras que te impulsen a ejercitarte, como hacerlo con tu mascota o escuchando tu playlist favorita para ejercitarte.
2. Añade el entrenamiento de fuerza a tu rutina
El entrenamiento de fuerza es indispensable para el cazador. Lo es porque cuando un cazador mantiene firme un arma de fuego montada o cuando necesita tirar de la cuerda de un arco, su cuerpo debe ser estable.
Este entrenamiento enfocado a la caza será un gran acierto que no hay que menospreciar. Puedes agregar a tu rutina ejercicios como flexiones o sentadillas, así como ejercicios de bíceps. Usar mancuernas o pesas podrían ser otro extra propicio.
3. Equilibra la clase de ejercicios que hagas
No te enfoques en entrenar una sola parte de tu cuerpo o concentrarte en un solo tipo de ejercicio. Necesitas equilibrar todo esto de una forma que sea cómoda para ti. Por ejemplo, algunos cazadores olvidan entrenar su tronco, pero también lo hacen de que una jornada podría mantenerte de pie durante todo el día.
Tendrás que hacer uso de los músculos de tu espalda y abdominales para poder caminar con estabilidad por los terrenos escarpados. También al momento de arrastrarte, agacharte o apuntar y disparar. Si entrenas con más frecuencia, menores serán tus posibilidades de lesionarse la espalda. Entrena con un buen equilibrio tu agilidad, movilidad y fuerza.
4. No seas inconsistente
La inconsistencia es una de las principales enemigas durante los tiempos en los que no cazarás. Para muchos cazadores, mantenerse en forma puede ser una meta que se establezcan pero que irán dejando a un lado con el pasar de las semanas. No desistas y muestra constancia en cambio.
Si está en tus posibilidades, nunca dejes de entrenar durante todo el año. Sólo que con las variaciones necesarias según tus necesidades.
5. Entrena también tu fortaleza mental
Cuando estás cazando no todo se trata sobre tu fuerza física, la fortaleza mental es también una de las claves de un buen cazador. Ser fuerte a nivel mental se logra siendo constante y a través del tiempo, no se trata sobre hacer muchas flexiones o correr muchos kilómetros al día, sino sobre trabajar duro y superar tus propios límites.
Debes constantemente plantearte nuevos retos, salir de tu zona de confort y perseverar. No desistas de lo que te has propuesto, y enfócate en cumplir tus objetivos. La disciplina es esencial para un cazador.
6. Establece un objetivo claro
Fija un objetivo al crear tus rutinas para ejercitarte. No ganarás mucho yendo al gimnasio sin tener un objetivo ya planteado. Esto es más evidente durante esos meses en los que la temporada de caza se ve distante. Piensa en que, por ejemplo, te estás preparando para ir a tu viaje de caza soñado.
Al tener ya en mente un gran objetivo, piensa en otros de menor tamaño, esos que alcanzarás a corto plazo. Como, por ejemplo, correr una determinada distancia en un tiempo seleccionado por ti, o hacer un máximo de sentadillas.
7. Ejercítate en compañía
Hacer ejercicio en compañía es más sencillo que en solitario. Salir a ejercitarte con un amigo o en grupo podría darte la motivación que está faltándote, debido a que te mantendrá animado y siendo responsable. Puedes ejercitarte con un amigo, con tu pareja o con tu grupo de caza. Incluso podrías intentar ejercitarte con tus mascotas.
Asistir a clases de ejercicio también podría ser una herramienta para mantenerte activo y para practicar de forma acertada los ejercicios indicados. Por ejemplo, las clases de CrossFit, que son dadas en grupo, podrían incentivarte con su competencia amistosa.
8. Evita las lesiones con buenos hábitos
Al momento de crear tu plan de entrenamiento, este debe ser seguro para tu cuerpo. Si te lesionas para la próxima temporada de caza no tendrá sentido en primer lugar el entrenamiento. Haz tus ejercicios de forma adecuada y usa el equipo correcto.
Antes de ejercitarte, asegúrate de siempre hacer estiramientos y hacer ejercicios de calentamiento más avanzados para los entrenamientos de mayor intensidad. También puedes proteger tu cuerpo de las lesiones al evitar entrenar en exceso. Cuando sientas que has llegado a tu límite, lo mejor será tomar un descanso y dejar que tu cuerpo se recupere.
9. Cuida tu alimentación
Tus entrenamientos darán un mejor resultado si los acompañas de una dieta balanceada. Tendrás que incluir en tu dieta las proteínas, grasas e hidratos de carbono en un buen equilibrio, para que así tu cuerpo pueda construir músculo.
Podrás conseguir una excelente fuente de proteína magra, en la carne obtenida de tu última caza silvestre.
10. ¡Piensa que mantenerte en forma es divertido!
Aunque el propósito de mantenerse en forma fuera de la temporada de caza, es tener jornadas más satisfactorias una vez retomes el ritmo, considera que ese camino, puede ser divertido. No lo veas como un compromiso, sino como una actividad que hará bien a tu cuerpo y mente.
Existen muchas formas de prepararte para la temporada de caza si no te agrada ir al gimnasio. Busca una actividad física que te ayude a desarrollar habilidades que te serán de utilidad.
Por ejemplo, si te gusta la caza menor el senderismo o la bicicleta son excelentes ejercicios. El senderismo porque los largos paseos por la naturaleza desarrollarán tu fuerza cardiovascular, la bicicleta porque también es un tipo de ejercicio de bajo impacto.
En cambio, para quienes disfrutan más de la caza mayor, practicar el HIIT (high intensity interval training), los desafíos de resistencia o remar son buenas opciones. Con el HIIT podrás desarrollar músculos rápidamente; y con los desafíos de resistencia como maratones, triatlones y carreras espartanas o competencias de natación, tendrás desafíos que cumplir. Remar es igualmente un entrenamiento cardiovascular de alta intensidad que brinda muy buenos resultados.