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Especies de caza: Perdiz roja

La perdiz roja pertenece a la familia Phasianidae y es una especie de ave galliforme que puede encontrarse en la Península Ibérica. Así como en Francia, el noroeste de la península itálica, Córcega y las Baleares. A pesar de ser una especie cinegética muy apreciada, su estatus de conservación es delicado. 

Identificación

La perdiz roja es fácil de reconocer por ser un ave rechoncha con un tamaño mediano. Su vientre suele ser de color anaranjado, y tener flancos llamativos con barras negras, blancas, grises o marrones. Su dorso es pardo grisáceo, mientras que son rojos su pico, patas y anillo ocular. Machos y hembras tienen una apariencia similar.

Sus patas destacan por estar desnudas y tener un aspecto fuerte. Ellas tienen hábitos terrestres, y se desplazan a pie, aunque también son buenas nadadoras. Su vuelo no puede ser menospreciado, puesto que es directo y rápido. Durante su vuelo alternará fuertes aleteos y planeos que dejarán apreciar los bordes anaranjados que están en su cola.

Distribución y hábitat

Como especie mediterránea, la perdiz roja puede ser encontrada en el suroeste de Europa, incluyendo la Península Ibérica. Otros sitios donde puede ser también vista, como el Reino Unido o América del Norte, se debe a que fue introducida con motivos cinegéticos.

En España, está distribuida por la Península Ibérica y Baleares. Es abundante especialmente en el centro y sur peninsular, pero escasea o está ausente en las zonas de alta montaña por encima de los 1.500 metros de altitud.

La perdiz roja habita en terrenos abiertos como campos de cultivo, tierras de secano, montes y matorrales bajos. Es reconocida por preferir lugares secos y pedregoso. Esos donde hay poca vegetación y tierras de labranza.

Alimentación

Esta es un ave omnívora que se alimenta principalmente de vegetales. Consume hojas, hierbas verdes de los prados y frutas silvestres. También tiene predilección por consumir cereales cultivados por el hombre.

Su dieta es complementada con insectos, y algunos invertebrados pequeños. Necesita beber agua todos los días, por lo que encontrarla en arroyos o charcas, es común.

Cabe destacar, que su alimentación variará y se adaptará dependiendo de la estación del año. Por ejemplo, a finales de marzo y en abril, al comenzar con la puesta e incubación, consumirá menos alimentos por su escasez en el campo a causa del invierno. Mientras que en mayo y hasta octubre, tendrá una alimentación abundante por la abundancia de semillas, raíces, frutos e insectos a disposición.

Reproducción

Su proceso reproductivo inicia cuando los machos polígamos cortejan a las hembras en enero y febrero. Son en estos meses cuando ocurrirán combates violentos entre los machos buscando aparearse con las hembras. El apareamiento después iniciará entre los meses de marzo y abril.

Cuando la primera hembra ha sido fecundada, el macho buscará nuevas compañeras. Y una vez, las hembras han sido fecundadas, deberán buscar refugio en el suelo. Ya sea en setos, raíces de árboles o matorrales, ellas buscarán depositar sus huevos en estos sitios.

La nidada de una perdiz roja oscila entre los 12 y 18 huevos. Son de forma ovoidea y color amarillento rojizo con pequeñas manchas marrones oscuras. La incubación de los huevos dura alrededor de 23 días, después de los cuales nacerán los polluelos. Que deberán dejar el nido al siguiente día para buscar comida con la supervisión de su madre.

Comportamiento

La perdiz roja es famosa por vivir en bandos familiares que están integrados por uno o dos adultos, y el resto de los miembros son pollos. Una superfamilia de esta ave entre los meses de septiembre a enero podría estar compuesta de 4 a 25 integrantes.

Para el periodo invernal, por ser un ave sedentaria, habita en zonas reducidas de terreno. Su canto en muy peculiar, y puede escucharse por la mañana o en la puesta del sol.

Si una bandada se espanta por alguna amenaza, todas las aves saldrán volando en una misma dirección y a una gran velocidad. Lo cual, hace a la especie atractiva para la caza a ojeo.

Medidas de gestión cinegética

Lamentablemente, la perdiz roja es una especie delicada y que está en peligro en su hábitat natural. Es difícil encontrar en campos españoles el suficiente número de parejas reproductoras para mantener su riqueza cinegética.

El nivel de demanda de esta ave es superior a su tasa de reproducción natural. Convirtiendo así, a la perdiz roja en una especie insuficiente para cubrir las necesidades deportivas de los cazadores respetuosos de la actividad cinegética en la actualidad.