La perdiz pardilla es una de las perdices menos conocida en España. Esta especie que habita en las altas cumbres del norte peninsular, también puede ser encontrada en el resto del continente europeo y en Asia Central. Su estado actual es vulnerable, por lo que está sujeta a medidas de protección, y su caza sólo es permitida en Cataluña.
Identificación
La perdiz pardilla es un galliforme con un tamaño similar al de la perdiz roja. Sus ejemplares suelen tener entre 29 y 31 centímetros de longitud. Mientras que no suelen rebasar los 400 gramos de peso.
Su nombre, hace referencia al color de su cuerpo, que es pardo con un vientre grisáceo. En sus alas y flancos se podrá observar una coloración más oscura; en su cabeza una anaranjada, que en los machos en muy llamativa. También los machos muestran una marca ventral que se llama “herradura”, aunque las hembras pueden tenerla de igual forma.
Las hembras son reconocibles por sus plumas escapulares y la forma de la «cruz de Lorena» que hay en estas. Otra forma de diferenciar a hembras de machos, es que los últimos muestran un comportamiento vigilante, en especial en la época de emparejamiento al observar a las hembras alimentarse.
Distribución y hábitat
La perdiz pardilla en España podrá ser encontrada en tres núcleos poblacionales principales. Estos son los Pirineos, Sistema Ibérico y Cordillera Cantábrica. En al hábitat ibérica estas son localizables en brezales y pastizales en altura. Dependiendo de la zona montañosa donde estarán, son localizables entre los 1000 metros a los 2500 metros de altura.
Aun así, su hábitat puede variar dependiendo del clima mediterráneo. Podría encontrarse en matorrales bajos o en zonas reforestadas de bajo porte. Esta ave demuestra ser toda una nómada en los inviernos más duros, esos cuando se desplaza a zonas más bajas para buscar comida y condiciones climáticas amigables.
Alimentación
La principal fuente de alimentación de la perdiz pardilla son las semillas, también gusta comer insectos como fuente de proteínas. Los insectos son el alimento favorito de los polluelos, los cuales en sus primeros diez días de vida comerán únicamente insectos.
En la búsqueda de semillas para alimentarse, sus bandadas se acercan frecuentemente a prados de hierba corta y campos recién sembrados, esos donde es fácil conseguir semillas o granos por el suelo. Hacen esto muy en la mañana o cuando cae el sol.
Reproducción
La perdiz pardilla ibérica es monógama. Durante la primavera ocurre el celo y el emparejamiento, que es cuándo ocurrirá la selección de pareja. Los machos acostumbran a recorrer largas distancias en búsqueda de una pareja.
Dependiendo de la altura a la que se encuentran, la puesta comenzará en mayo. Los nidos pueden contener hasta 20 huevos y su proceso de incubación durar hasta 24 días. Las hembras protegen el nido por todo este tiempo sin intervención del macho. Para el mes de julio, los polluelos estarán naciendo. La supervivencia de jóvenes es baja en la especie.
Comportamiento
Cuando los huevos eclosionan, ese mismo día las crías dejan el nido en compañía de los padres que cuidarán de estas y las orientarán a conseguir alimento. Las crías se alimentan solas. A las dos semanas de edad es que las crías pueden comenzar a hacer vuelos cortos. A los tres o cuatro meses, alcanzan la madurez total.
La perdiz pardilla busca alimento en bandadas, es lo más común de ver en casi todo el año. Sin embargo, en la temporada de primavera se pueden observar a algunas parejas o individuos buscando en solitario comida.
Como la mayoría de sus alimentos pueden encontrarse en la tierra, pasan tiempo en esta. Y en invierno, excavan para encontrar las semillas enterradas por la nieve.
Medidas de gestión cinegética
La perdiz pardilla está clasificada como una especie vulnerable, y está enfrentando un riesgo alto de extinción en estado silvestre. Las reforestaciones, los incendios, el cambio climático, y la caza ilegal son algunas de las razones.
Por esto, su caza está prohibida en España a excepción de Cataluña. Su caza acontece entre los meses de octubre y enero.